
En 1960 se presentó la teoría de la tectónica de placas para explicar la formación del relieve terrestre. Colaboraron los geólogos, sismólogos y geofísicos más famosos de la época. Es una teoría actualizada de la deriva continental y se basa en los movimientos constantes que experimentan tanto la corteza terrestre como el fondo oceánico.
Según la tectónica de placas, la parte más externa de la tierra o litosfera está formada por diversas placas rígidas. Flotan sobre una capa de material caliente y flexible como el plástico o la pasta llamada astenosfera. Su calor proviene del núcleo de la Tierra, que tiene una temperatura de 4500 °C.
Las placas se mueven constantemente, se separan o chocan entre sí. Esto explica que los bordes de las placas sean las zonas de la Tierra que sufren los mayores cambios debido a fenómenos geológicos como los terremotos o las erupciones volcánicas.
El concepto detrás de la teoría es que las placas separadas por cordilleras o trincheras se mueven muy lentamente. En el centro de estas cordilleras, el material fundido del manto sube continuamente, mientras que las rocas de la corteza oceánica bajan al manto a través de trincheras.
Este movimiento constante, conocido como convección, hace que el material fuera fluya hacia la superficie. Emerge de los bordes planos y de la litosfera sólida, formando nueva corteza y cambiando la topografía terrestre.

Ignacio Llorente es una amante del estudio de los planetas. Por eso nos enseña cómo poner en práctica los mejores consejos para avistarlos y analizarlos. Realiza largas caminatas por la naturaleza en plena noche con su equipo de astrónomos con frecuencia. Los mejores tips sobre planetas que podemos leer.