
En una noche así, hace 407 años, en 1604, el 8 de octubre, apareció una ‘nueva’ estrella en la constelación de Ophiuchus. Tenía una magnitud similar a la de Júpiter: -2,5 y sin duda no era una estrella en proceso. Más bien, fue la destrucción final de una estrella masiva en una gigantesca explosión que ahora llamamos supernova. Su modesta luminosidad no correspondía a la escalera del evento, porque la estrella desaparecida se encontraba a gran distancia, entre 10.000 y 20.000 años luz de la Tierra. El descubrimiento de esta supernova se atribuye generalmente a Johannes Kepler (‘La supernova de Kepler’), pero la había observado desde 1604. El 17 de octubre y la investigó sistemáticamente. La epidemia fue visible hasta 1606. ¡Marzo!
Disfruta de este vídeo de Andsul2006

Ignacio Llorente es una amante del estudio de los planetas. Por eso nos enseña cómo poner en práctica los mejores consejos para avistarlos y analizarlos. Realiza largas caminatas por la naturaleza en plena noche con su equipo de astrónomos con frecuencia. Los mejores tips sobre planetas que podemos leer.