El agua, uno de los elementos más comunes en nuestro planeta, es una substancia relativamente simple pero muy flexible. Una molécula de agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Esta estructura molecular muy sencilla le confiere al agua propiedades químicas y físicas únicas que la hacen importante para hacer habitable la Tierra. Los principales elementos, el hidrógeno y el oxígeno, están unidos de tal forma que se forma una fuerza atractiva llamada puentes de hidrógeno entre las moléculas de agua. La característica más conocida de este tipo de juntas es su flexibilidad, que permite que el agua adquiera tres formas muy distintas –sólida, líquida y gaseosa– en función de la temperatura y presión atmosférica a la que esté expuesta. Entre estas tres formas
Ignacio Llorente es una amante del estudio de los planetas. Por eso nos enseña cómo poner en práctica los mejores consejos para avistarlos y analizarlos. Realiza largas caminatas por la naturaleza en plena noche con su equipo de astrónomos con frecuencia. Los mejores tips sobre planetas que podemos leer.