
Existen conceptos que son difíciles de separar para nuestra mente. Cada volcán que hemos vivido a lo largo de nuestra vida ha sido una montaña de lava enfriada llena de magma caliente. Conos que en un momento daban roca fundida y cenizas. Es lo que por lo general entendemos como volcán, como si fuera una imagen del antiguo dios del fuego. Pero damos vía libre a nuestra imaginación, ¿sería lo contrario? Imagínese un volcán cuyas laderas constaban sólo de hielo y donde fluía agua en lugar de lava. Se congelaría a medida que se deslizaba, cubriendo la vertiente del volcán con más hielo. Las erupciones de agua que suben del cráter y que bajan se están convirtiendo ahora en un granizo. Toda esta maravilla aparentemente contradictoria existe,
Se llaman criovolcanes y se encuentran en varios cuerpos de nuestro propio sistema solar, o eso creen los científicos. Por un lado, hay conos de hielo que indican vulcanismo en lugares como Ceres, el planeta enano más grande de nuestro cinturón de asteroides. Por otra parte, se han visto columnas de agua escapando a plena presión del polo sur de Enceladus, una de las lunas de Saturno. Pero estas dos cosas nunca se vieron al mismo tiempo: una erupción de agua de uno de esos conos de helado. Pero entonces, ¿cómo estar seguro de que estos criovolcanes existen?
Las fuerzas de marea que funden el hielo europeo no parecen del todo plausibles en este caso. Afortunadamente, la fuente de calor no debe ser demasiado potente, ya que existen trucos para fundir el agua incluso a temperaturas bajo cero. De hecho, existe un lago en la Tierra que permanece líquido a menos 50 grados bajo cero. El truco está en la sal y la presión.
Sabemos que añadir sal a un líquido reduce su punto de fusión, por lo que puede permanecer líquido a una temperatura a la que se habría solidificado antes. Por lo que respecta a estos lagos subterráneos, se cree que contienen altas concentraciones de sales de cloro, que ayudan a mantenerlos líquidos. Puede haber otros compuestos anticongelantes. Por otra parte, la presión que ejerce la tierra sobre un lago hace que el hielo se derrita más fácilmente, por ejemplo cuando se patina bajo los pies o permite que haya lagos bajo determinados glaciares terrestres.
Ruesch O, Genova A, Neumann W, et al. Extrusión de barro en Ceres a partir de un manto convectivo rico en barro. Nato Geosci. 2022;12(7):505-509. doi:10.1038/s41561-019-0378-7

Ignacio Llorente es una amante del estudio de los planetas. Por eso nos enseña cómo poner en práctica los mejores consejos para avistarlos y analizarlos. Realiza largas caminatas por la naturaleza en plena noche con su equipo de astrónomos con frecuencia. Los mejores tips sobre planetas que podemos leer.