
Han pasado miles de años desde que algunos de nuestros antepasados dejaron a África. No sabían qué podrían encontrarse, y quizás ni lo habían pensado. Siguieron adelante, un poco más allá todos los días, impulsados por la necesidad y la curiosidad. Sus pies recorrieron montañas y llanuras durante milenios hasta que llegó donde reinaba la nieve. Hacía blanco y frío la mayor parte del año y el paisaje era vasto e inusual.
Pero por muy impresionantes que fueran el taiga, los glaciares o los fiordos, no podían igualar lo que estábamos a punto de descubrir, porque una vez una noche un mono cubierto de piel miraba al cielo y por primera vez en la historia vimos cortinas fugaces de luz que se curvan y bailan bajo el cielo. Las auroras boreales brillaban, volviendo la nieve verde, y sólo podemos imaginar qué pensarían nuestros antepasados al verlos. Magia oscura, la madre naturaleza que se les revela, o tal vez el espíritu de uno de sus muertos. Habría creído cualquier cosa menos que estos arcos de luz eran el resultado de una lucha eterna entre la Tierra y el Sol.
el hierro fundido fluye en las capas exteriores de su núcleo. Como el aire de una habitación, la plancha más caliente sube, se enfría un poco antes de bajar, aumenta la temperatura y vuelve a empezar el ciclo. Son corrientes de convección que, como una dinamo gigantesca, crean un campo magnético que sale de la Tierra por el polo sur, le rodea en todas direcciones y entra por el polo norte.
De hecho, los polos magnéticos de un planeta son los lugares donde el campo magnético atraviesa su superficie de la forma más perpendicular posible. En cualquier caso, es nuestro escudo, la magnetosfera, la zona de alrededor del planeta afectada por el campo magnético generado por su núcleo. Lugar donde ocurre la batalla entre la Tierra y el Sol.
BH Maukas. ‘Aceleración de electrones de banda ancha discreta en el poderoso aura de Júpiter’. Nature 549, 66-69 (2017).

Ignacio Llorente es una amante del estudio de los planetas. Por eso nos enseña cómo poner en práctica los mejores consejos para avistarlos y analizarlos. Realiza largas caminatas por la naturaleza en plena noche con su equipo de astrónomos con frecuencia. Los mejores tips sobre planetas que podemos leer.