
Hace tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, algo misterioso envió un estallido de ondas de radio al espacio. El pasado septiembre, este pulso potente chocó con una serie de radiotelescopios situados en el extremo occidental de Australia. Aunque este bombardeo de corta duración sólo duró varios milisegundos, los científicos pudieron rastrear el origen del estallido de ondas de radio: una galaxia de cabrestante a unos 4.000 millones de años luz de distancia a la constelación de Grus.
Si bien los astrónomos han detectado cientos de estos pulsos cómicos durante la última década, este último estudio marca la primera vez que se ha registrado una sola explosión y después se ha identificado en su fuente. En principio, encontrar el origen de las llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB) debería ayudar a los científicos a reducir el mecanismo detrás de estas ráfagas extremas.
‘Las ubicaciones son muy importantes’, dice Keith Bannister, de la agencia de investigación nacional de Australia CSIRO, que informó de su descubrimiento en la revista Science. ‘Las ubicaciones siguientes deberían mostrar lo diverso que es el fenómeno que estamos estudiando, lo que ayudaría mucho a los teóricos a entender qué está pasando’.
Pero de momento, este nuevo avistamiento sólo se ha sumado al misterio.
‘No sé si estamos más cerca de entender qué son los FRB, pero nos está acercando a una imagen más completa’, dice Emily Petroff de la Universidad de Ámsterdam, una de las principales expertos en ondas de radio.
Historia del descubrimiento
Las ráfagas rápidas de radio se hicieron populares hace casi una década cuando el astrónomo de la Universidad de Virginia Occidental, Duncan Lorimer, detectó un estallido de ondas de radio de un segundo en los datos recogidos por el Observatorio. Así, algunos astrónomos se mostraron escépticos sobre el posible origen cósmico de la explosión. Era muy potente y parecía que venía de algún lugar lejano, por lo que muchos astrónomos sospecharon que era sólo una señal normal disfrazada como un fenómeno intergaláctico exótico.
Pero a medida que aparecieron nuevas explosiones, algunas de ellas detectadas por distintos telescopios, los astrónomos empezaron a tratar en serio de determinar el origen lejano de las explosiones. Las primeras teorías incluían la evaporación de agujeros negros, cataclismos cósmicos, estrellas muertas densas y, sí, seres extraterrestres inteligentes. Sin embargo, la corta duración de las explosiones hizo que fueran difíciles de registrar e investigar.
Así, en 2022, los astrónomos que utilizaban el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico anunciaron que la explosión, bautizada como FRB 121102, era persistente. A diferencia de otros estallidos de este tipo, FRB 121102 no se cerró, y en 2022 los científicos finalmente identificaron su origen: una extraña y tenue galaxia enana a unos 3.000 millones de años luz de distancia.
Galería: Imágenes del telescopio espacial Hubble

Marcel Aridane ha practicado prácticamente todos los tipos de avistamientos, aunque su especialidad son las galaxias… Ha participado en numerosas quedadas y congresos del estudio de galaxias. Algunas de los mejores consejos para estudiar las galaxias han sido compartidas por él, que nos permite mejorar en nuestro nivel de observación y disfrute.