
Los agujeros negros son objetos masivos cuyo campo gravitatorio es tan intenso que impide la fuga de toda materia o radiación, estrellas, planetas, materia, energía e incluso luz. Los agujeros negros son descritos por la teoría de la relatividad general.
Cuando el núcleo de una estrella muerta es demasiado masivo para ser una estrella de neutrones, se contrae inexorablemente para formar ese misterioso objeto astronómico, un agujero negro.
Los agujeros negros estelares varían en masa desde unas pocas masas solares hasta miles de millones de masas solares. Son el resultado del colapso gravitatorio de restos estelares masivos.
El hombre que ya había predicho la existencia de estrellas oscuras en el siglo XVIII, el físico, astrónomo y geólogo británico John Michell (1724-1793). En sus notas escribe que cuando una estrella se hace demasiado mayor, atrae la luz bajo la influencia de la fuerza gravitatoria. Sin embargo, los cálculos dan a la estrella una densidad equivalente a 18 millones de toneladas cm3, concluyendo que no puede existir.
Hoy en día, se teoriza que los agujeros negros son objetos tan densos que su velocidad de escape supera a la velocidad de la luz. La luz no puede vencer la fuerza gravitatoria de la superficie y permanece atrapada. La teoría también define con precisión la fuerza del campo gravitatorio del agujero negro. Esto se debe a que ninguna partícula que atraviese su horizonte, el límite teórico, pueda escapar.
La galaxia NGC 1277, 10 veces menor que la Vía Láctea, se encuentra a unos 220 millones de años luz de distancia en la constelación de Perseo .
En esa galaxia, los científicos han descubierto un monstruo cósmico, 17.000 millones de masas solares.
En el centro de la galaxia NGC 1277 existe un agujero negro supermasivo tan grande que los científicos estiman que es el 14% de la masa de la galaxia y el 59% de la masa de la protuberancia galáctica.
Los astrofísicos saben que existe un agujero negro en el centro de nuestra Vía Láctea, pero nuestro agujero negro es relativamente pequeño, probablemente no más de 0,1 la masa de nuestra protuberancia galáctica.
Conoce al autor, Susan McDonald
Susan McDonald se especializó hace años en el avistamiento y el estudio de estrellas. Nos ha demostrado la importancia del cálculo algorítmico y la precisión para analizar los astros, y ha redactado los mejores artículos de la web para estudiarlas. Practica meditación y trabaja en un centro de astrología cerca de su ciudad.