
Hay estrellas que terminan su existencia en una gran explosión cósmica llamada supernova. Cuando explotan, las supernovas lanzan materia al espacio a una velocidad de 15.000 a 40.000 kilómetros por segundo. Estas explosiones producen gran parte de la materia del Universo, como el hierro, que forma parte de nuestro planeta y de nosotros mismos.
Es interesante pensar que los elementos pesados sólo se forman en las supernovas, así que todos traemos a nuestro cuerpo los restos de una explosión de este tipo en el Universo.
Las supernovas añaden elementos a las nubes de polvo y gas en el espacio, promoviendo la diversidad interestelar. También crean ondas de choque que condensan nubes de gas y alimentan la formación de nuevas estrellas.
Sin embargo, muy pocas estrellas acaban convirtiéndose en supernova. La mayoría se enfrían y terminan su vida como enanas blancas antes de convertirse en enanas negras.
Después de explotar, una supernova puede seguir iluminando el cielo durante semanas. La transferencia de materia y energía dará lugar a una estrella muy distinta. Es una estrella de neutrones, recuerdo de la existencia de una supernova anterior. Estas estrellas de neutrones emiten ondas de radio de forma continua o intermitente.

Susan McDonald se especializó hace años en el avistamiento y el estudio de estrellas. Nos ha demostrado la importancia del cálculo algorítmico y la precisión para analizar los astros, y ha redactado los mejores artículos de la web para estudiarlas. Practica meditación y trabaja en un centro de astrología cerca de su ciudad.