
estrellas evolucionadas
A medida que una estrella típica similar al Sol envejece y agota su núcleo de combustible nuclear (hidrógeno), su imagen cambia drásticamente. Tal y como sugiere la teoría de la evolución estelar y confirmado por innumerables observaciones de estrellas, el sol se expande considerablemente en estas condiciones. El radio de la estrella se hace tan grande que traga (quema) un planeta que orbita la Tierra. La estrella es entonces bastante fría, con una temperatura exterior de dos o tres mil grados, aunque es mucho más brillante que el Sol por su gran superficie radiante. Este tipo de estrellas se llaman gigantes rojas.
Quizás la característica más sorprendente de los gigantes rojos es que experimentan una pérdida de masa importante. Es decir, desde sus capas exteriores existe un proceso de empujar la materia al espacio, similar a la evaporación. Este proceso será el que controlará las etapas posteriores de la evolución de la estrella. A diferencia de otras fases de la evolución estelar, que son provocadas por cambios en la caldera interna que produce energía (el núcleo), en esta fase el motor de la evolución estelar es externo. En otras palabras, el motor de esta evolución estelar tardía es directamente observable, lo que obviamente facilita su comprensión.
La evolución después de la fase de gigante roja es la más espectacular de la vida estelar (excepto las explosiones de supernovas, que implican una pequeña fracción de estrellas). Esto se debe a que los procesos de pérdida de masa aumentan con el tiempo. En algún momento, cuando la estrella ha expulsado a más de la mitad de su masa, el pequeño núcleo central queda expuesto. Esta etapa se produce en sólo 1.000 a 2.000 años, tiempo durante el cual la estrella cambia drásticamente de una gigante roja fría muy grande a una gigante extremadamente caliente y compacta. Durante este corto período de tiempo, el radio de la estrella disminuye al menos mil veces y su temperatura aumenta hasta unos 100.000 grados.
Conoce al autor, Susan McDonald
Susan McDonald se especializó hace años en el avistamiento y el estudio de estrellas. Nos ha demostrado la importancia del cálculo algorítmico y la precisión para analizar los astros, y ha redactado los mejores artículos de la web para estudiarlas. Practica meditación y trabaja en un centro de astrología cerca de su ciudad.