
El cielo de invierno está lleno de estrellas brillantes, caracterizadas principalmente por la constelación ecuatorial de Orión, con las estrellas más brillantes que forman un gran rectángulo que incluye tres estrellas alineadas y adyacentes. Orión será un triunfo precioso en la búsqueda de las constelaciones del norte. La orientación al cielo de invierno es ayudada por una figura llamada Hexágono de Hiver, en cuya parte superior se encuentran las estrellas Capilla, Aldebarán, Rigel, Sirius, Portion, así como Cástor y Pollux. Menos popular, pero igual de fácil de navegar, el Triángulo de invierno está formado por Portia, Betelgeuse y Sirius.
Así, en el sur de Sirio, a lo largo de la Vía Láctea, encontramos las constelaciones Velas y Carina. Canopus (x Carinae) es la segunda estrella más grande del cielo después de Sirio ya menudo se utilizaba para la navegación aérea durante los vuelos nocturnos. Desde Rigel, en Orión, vemos los enrollamientos de la constelación de Eridanus hasta el luminoso Achernar.
Figura: Por convención, los nombres de las estrellas de la constelación van prefijados por una letra griega dispuesta a partir de las 3 primeras letras de la constelación, por ejemplo: α Ori, β Ori,… (letras griegas: α β γ δ ε ζ η θ ι κ λ μ ν ξ ο π ρ ς σ τ υ φ χ ψ ω).
Imagen: Imágenes adaptadas del software de código abierto Stellarium.

Susan McDonald se especializó hace años en el avistamiento y el estudio de estrellas. Nos ha demostrado la importancia del cálculo algorítmico y la precisión para analizar los astros, y ha redactado los mejores artículos de la web para estudiarlas. Practica meditación y trabaja en un centro de astrología cerca de su ciudad.