
La vida es el proceso químico que da lugar a los organismos vivos. La materia viva existe en la Tierra y, sin duda, ha existido en otros lugares del universo desde hace miles de millones de años. En meteoritos orgánicos, materiales antiguos, los científicos han encontrado los cimientos de la vida, que nutrían la primitiva sopa de la tierra, de 4 millones de años. La vida empezó a proteger las membranas celulares, la vida en la tierra es una célula.
Una mezcla sencilla de compuestos orgánicos como la que se encuentra en un meteorito carbono puede formar membranas celulares y ayudar a formar a las primeras células en la Tierra primitiva. Los científicos entran las primeras etapas de las células más tempranas de la vida, pero las moléculas orgánicas y las membranas celulares antiguas revelan poco sobre la misteriosa transición de la materia en la vida. Lo cierto es que estamos hechos de materia, pero a la vez estamos separados.
Lo que nos separa de la materia es que estamos vivos y no inertes. Se dice que un organismo está vivo si puede comer, desarrollarse y reproducirse, atravesando el tiempo.
Puesto que la vida es química y encuentra su origen en el inerte, ¿por qué no es un estado límite entre la vida y la no vida?
Un virus es, por ejemplo, una colección de átomos inertes, no tiene vida, pero cuando infecta a una célula, actúa como un organismo vivo, multiplicándose y mutando. La vida y la vida parecen extrañas en un vaso, que crece y reproduce mientras permanece inerte. Las arqueas, o arqueas, son 10 veces menores que las bacterias, y la secuencia de sus células de ADN muestra que están más cerca de los primeros organismos vivos que las bacterias. Se encuentra en la tierra viviendo en condiciones extremas, muestra una notable capacidad de adaptación. Es por eso que los científicos intentan eliminar la máxima cantidad de información escrita en su ADN, sólo el organismo vive ‘mínimo’, y así llegar a ese límite entre la vida y la no-vida.
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Michael Montero es especialista en Astronomía, cuenta con años de experiencia en observatorios y está especializado en avistamiento a media distancia. También ha preparado a algunos grupos de iniciados en astronomía. Una de sus aficiones más importantes es la observación de astros en la naturaleza, que practica cuando sus viajes y trabajo se lo permiten.