
En la Tierra, la roca se rompe por el viento y el agua para formar un suelo firme y arena. En la Luna, la larga historia del bombardeo de micrometeoritos prácticamente ha pulverizado la superficie rocosa, creando una capa de polvo del suelo lunar o regolido.
Este regolido lunar podría ser un buen material científico e industrial. Pero para los astronautas del Apolo y sus instrumentos, este material fino y grande era definitivamente un problema. En 1972 En la superficie lunar en diciembre, los astronautas del Apolo 17 Harrison Schmitt y Eugene Cernan tuvieron que reparar uno de los rovers para protegerse del polvo y las ruedas.
Esta foto muestra la rueda y, como extensión del mismo guardabarros, es una idea ingeniosa utilizar tablas y pinzas de repuesto para crear un sistema que no provoque polvo ni entreturbio.

Michael Montero es especialista en Astronomía, cuenta con años de experiencia en observatorios y está especializado en avistamiento a media distancia. También ha preparado a algunos grupos de iniciados en astronomía. Una de sus aficiones más importantes es la observación de astros en la naturaleza, que practica cuando sus viajes y trabajo se lo permiten.