
En la imagen vemos un eclipse solar parcial a través de un filtro protector. Éste es otro fenómeno del sistema solar que podemos apreciar a simple vista, pero nunca a simple vista.
Ver el eclipse solar sin protección, incluso por un momento, puede causar daños graves, temporales o permanentes en la retina. Los rayos X, los negativos, las gafas de sol u otros ‘remedios’ populares también son inútiles. El daño ocular causado por la luz y la radiación de alta intensidad es indoloro y sólo podemos darnos cuenta después de unas horas cuando no hay solución.
Además, si utilizamos un telescopio, debemos instalar un filtro en el extremo exterior del tubo y bloquearlo para que no se mueva durante la observación. Otra opción es proyectar la imagen sobre una hoja blanca con una lupa, aunque esto no es tan impresionante.
Un eclipse solar se produce cuando la Luna se encuentra entre el Sol y la Tierra en el mismo plano eclíptico. Podemos ver varios eclipses solares parciales a lo largo del año. Un eclipse total de sol es menos frecuente.

Michael Montero es especialista en Astronomía, cuenta con años de experiencia en observatorios y está especializado en avistamiento a media distancia. También ha preparado a algunos grupos de iniciados en astronomía. Una de sus aficiones más importantes es la observación de astros en la naturaleza, que practica cuando sus viajes y trabajo se lo permiten.