
en 2005 Google lanzó un ambicioso proyecto para cartografiar el mundo. Hoy más de mil millones de personas utilizan Google Maps cada mes. Y cada semana, más de 5 millones de aplicaciones y sitios web activos utilizan los principales productos de la plataforma Google Maps.
La gente confía en Google Maps y la plataforma de Google Maps no sólo para ir del punto A al punto B, sino también para realizar negocios, pedir comida, pedir un taxi o incluso proporcionar alertas SOS en caso de emergencia. Con tantas aplicaciones importantes que dependen de Google Maps por su precisión y excelencia, vale la pena preguntarse con qué frecuencia Google actualiza sus datos de Maps.
Bien, lo más importante a entender es que existen dos componentes principales para crear mapas: datos e imágenes.
Datos: Google Maps utiliza datos de más de 1.000 fuentes autorizadas en todo el mundo. Piense en el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el Instituto Nacional Mexicano de Estadística y Geografía (INEGI), municipios locales, promotores inmobiliarios, etc.
Imágenes: normalmente las imágenes provienen de dos fuentes: imágenes aéreas y de satélite y datos a nivel de calle del proyecto Street View de Google. Las imágenes aéreas proporcionan a Google información sobre carreteras y edificios, mientras que las imágenes a nivel de calle incluyen nombres de carreteras, señales de calle, números de edificios y nombres comerciales.
Los marcos y las bibliotecas de aprendizaje automático se utilizan para procesar grandes cantidades de datos entrantes. Mediante técnicas basadas en el aprendizaje automático, Google puede ahora etiquetar tantos edificios en un año como podría en 10 años. Sólo en Lagos, Nigeria, el aprendizaje automático ha ayudado a Google a añadir 20.000 nombres de calles, 50.000 direcciones y 100.000 nuevas empresas.

Michael Montero es especialista en Astronomía, cuenta con años de experiencia en observatorios y está especializado en avistamiento a media distancia. También ha preparado a algunos grupos de iniciados en astronomía. Una de sus aficiones más importantes es la observación de astros en la naturaleza, que practica cuando sus viajes y trabajo se lo permiten.